El chef Jorge Báez nació y creció en la República Dominicana, donde su pasión por la cocina se encendió a la temprana edad de 15 años. Cuando su madre emigró a los Estados Unidos en busca de una vida mejor, Jorge quedó al cuidado de su hermana de 17 años. Aunque su madre enviaba dinero desde el extranjero, su hermana —enamorada como toda joven— cocinaba poco, lo que significaba que Jorge pasaba hambre con frecuencia.
Esa hambre, tanto literal como simbólica, lo llevó a la cocina. Una vecina bondadosa notó su situación y se tomó el tiempo de enseñarle a preparar platos tradicionales sencillos como los bollos (dumplings de maíz dominicanos). Fue en esos primeros momentos, cocinando por necesidad, donde nació su verdadero amor por la cocina.
Con solo 16 años, Jorge montó un pequeño puesto de desayuno en su pueblo natal. Desde tempranas horas de la mañana, servía platos típicos del desayuno dominicano, construyendo no solo una clientela, sino también un sueño. Continuó con ese emprendimiento hasta los 19 años, cuando emigró a los Estados Unidos.
Como muchos recién llegados, Jorge comenzó desde abajo —lavando platos en dos restaurantes distintos. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que su dedicación y talento natural comenzaran a brillar. En un restaurante italiano donde trabajaba, el equipo de cocina reconoció su potencial. A los seis meses fue promovido a trabajar en la línea. Allí recibió entrenamiento en todas las estaciones, desde ensaladas hasta postres, adquiriendo experiencia práctica en un entorno culinario de alta exigencia.
Hoy en día, el chef Jorge Báez fusiona sus raíces dominicanas con técnicas internacionales, creando platos que son tanto llenos de alma como innovadores. Con un profundo respeto por la tradición y un enfoque moderno de la cocina, continúa siendo un orgulloso embajador de la gastronomía latina.